AÑO > 2005
FECHAS > del 8 dejulio al 11 de septiembre de 2005
LUGAR > Salas Municipales El Tint de Banyoles
La presentación de las piezas de Pep Aymerich, en la planta baja, no es lineal sino complementaria. La pieza de la proyección en la que su cuerpo se lanza dentro del agua genera una sensación completamente diferente. Al ser cíclica la percibimos más relajada y existencial lo que le permite enfatizar en aquellos aspectos emocionales que van más allá de la fisicalidad de la obra. Por un lado, experimenta el impacto de la resistencia que ejerce el agua en el cuerpo del artista al lanzarse en un lago artificial y, por otro, las sensaciones que puede tener un bebé dentro del seno materno.
La otra pieza parte de los elementos luz y agua pero introduce otros componentes como el humo, la oscuridad, los reflejos de luz y las sombras. Con estos elementos incorporis metamorfosea la arquitectura, es decir, transforma las condiciones ambientales del espacio translúcido en un espacio denso donde el espectador, cautivado por la intensidad del punto de luz, ha de adentrarse por el pasillo generado por la densidad del humo.